Las características técnicas del compactador
Como hemos mencionado anteriormente, existen diferentes tipos de compactadores automotor que no tienen exactamente los mismos fines. Por ejemplo, los modelos más compactos pesan solamente 1 tonelada, mientras que las máquinas más pesadas pueden alcanzar fácilmente las 20 toneladas.
Los diferentes modelos de compactadores se distinguen en dos grupos:
Los compactadores estáticos:
La compactación realizada por este tipo de máquina resulta de la presión de contacto y está por lo tanto directamente influenciada por el peso del rodillo compactador. Se le confieren a menudo obras de acabado sobre capas finas o mezcla bituminosa, así como de compactación de recubrimiento de superficie. Por lo general, se utilizan rodillos neumáticos o rodillos tándem para la compactación estática.
Los compactadores “dinámicos” o vibratorios:
Este tipo de máquina efectúa una compactación que ya no está directamente ligada a su peso, sino sobre todo a su frecuencia de vibración y por lo tanto a los impactos del cilindro en el suelo. Naturalmente, la máquina ejerce también una presión estática continua, pero la compactación es, sobre todo, eficaz gracias a las ondas producidas por el cilindro. De esta manera, la compactación dinámica tiene un efecto vertical y permite tener una buena eficacia en las capas profundas. Coge el aire del suelo y mejora así la cohesión de los diferentes materiales. Es por esto que se utiliza en las capas granulosas espesas, los terraplenes, las gravas y las rocas, o para realizar la primera compactación de una capa bituminosa.
A continuación, diferenciamos las distintas familias de compactadores según su superficie de contacto, más precisamente sus cilindros o sus neumáticos. Encontramos por lo tanto:
Los compactadores de neumáticos:
Tienen como ventaja que ofrecen una mejor movilidad con sus dos juegos de neumáticos, en la parte delantera y en la parte trasera. Permiten realizar una compactación en profundidad gracias a la presión de contacto. Son efectivamente menos eficaces que una compactación con un cilindro, pero los neumáticos ofrecen la ventaja de amasar los materiales, lo que mejora considerablemente la rugosidad del suelo.
Los compactadores monocilíndricos:
También están equipados de neumáticos, pero solamente de dos, colocados en la parte trasera para facilitar los desplazamientos. Su característica principal es la presencia de un cilindro enorme en la parte delantera que puede ser estático o vibratorio. Se adecuan a las obras de compactación tanto de tipo medio como pesado y están perfectamente diseñados para los materiales hidráulicos como la arena o las gravas. Son las máquinas de compactación más imponentes ya que su peso puede alcanzar las 20 toneladas en algunos modelos y tener una gran potencia.
Los compactadores tándem:
Este tipo de máquina no dispone de neumáticos. Son sus dos grandes cilindros los que le permiten desplazarse ejerciendo una fuerte presión sobre el suelo para apisonarlo. Este compactador es sin duda el más utilizado en las grandes obras, sobre todo para la construcción de carreteras y las operaciones como el alisado de aglomerado. Existe una gran variedad de compactadores tándem, estáticos o vibratorios, equipados de una hoja en la parte delantera, de un brazo, etc.
Finalmente, los compactadores de patas apisonadoras son máquinas equipadas de rodillos dentados. Se les destinan obras de gran excavación, o sobre suelos consistentes como los terrenos arcillosos.